Jidai... Era. [Lia]

Recuerdo del primer mensaje :

Llego caminando con Lia hasta mi nueva casa.

- Aquí es...

Abro la puerta.

- Adelante.

Dejo que pase antes. Me quito los zapatos y los dejo en la entrada, pero dejaré que ella haga lo que quiera. Después de todo, es la invitada. En la sala tengo un par de fotos con mi hermana que acabo casi de poner.





No tengo muchas cosas y ciertamente no es muy grande, pero me gusta que tiene alberca.

- Como ves, la cocina y la sala están abajo. Arriba está la habitación y el baño.

Me siento extraño... Como si tal vez debiera poner reglas porque es mi casa, pero me intimida hacer algo así porque ella es más grande que yo.

- Yo dormiré abajo y tú arriba, ¿ok?

La miro, extrañado y sorprendido cuando dice que cualquier chica que se atreva a mirar en mi corazón estaría feliz de estar conmigo.

Se pega a mí y se muestra persistente. Me confunde aún más...

La estrecho...

- Gracias...

Cierro los ojos. Creo que inevitablemente acabaré haciendo algo que la haga irse, pero saber que mi secreto siniestro no la alejó, me anima.

Beso su cabello, aunque me apena. Es más grande que yo y aunque sabe mucho de mí, no me trata como un mocoso idiota...

Me mira extrañado cuando le digo que cualquier chica estaría feliz de estar con él, acaricio su cabello de forma tierna y cariñosa.
Me pego a él y le digo que cualquiera estaría feliz, siento como me estrecha y sonrió un poco, me pego más a él y me da las gracias. Le doy un beso en la mejilla a modo de respuesta.

Besa mi cabello y me hace tan feliz que haga eso y no se porque, sonrió alegre y le doy otro beso en la mejilla. Creo que ya le había dado muchos hoy .-.

Me acomodo de nuevo en su hombro y cierro los ojos disfrutando de su cercanía, estaba tan tranquila a su lado que acabo durmiéndome pero no lo dejo de abrazar.

Lia... es demasiado cariñosa conmigo. Sé lo suficiente de psicólogos y psiquiatras como para saber que su forma de animarme no tiene que ver con eso. Y lo aprecio...

Beso su cabello y le agrada... Yo me sonrojo, apenado. No sé por qué lo hice, sólo me nació.

Nos quedamos en silencio, pero no me aburro ni nada. Cuando volteo, está dormida. Sonrío.

Con sumo cuidado, la cargo. No quiere soltarme pero no importa ahora. La cargo hasta la habitación y la recuesto. Suelto sus manos de mí y la cubro con las cobijas. Beso su frente y acaricio su cabello.

- Oyasumi, Lia-chan...

En silencio, saco el futón, mi piyama y algo de ropa para mañana... Bajo a dormir a la sala. Sólo extiendo el futón en el piso y me recuesto...

De nuevo, mi estado mental es confusión. La última vez que me sentí así pasé la mejor y peor experiencia de mi vida.

Ahora, no sé qué pasará... pero en este momento, sólo puedo sentirme feliz.