¿Turista? [Caleb]

Acababa de llegar de Tokyo... Me siento extrañamente solo, más porque es la primera vez que estoy tan lejos de Iku.

Iku... ¿qué estará haciendo?

Pero no importa, ahora estoy aquí.

Camino por la ciudad y salgo de ella. Me llama la atención algo derruido y camino hasta ahí. Son unas ruinas de algo que vio tiempos mejores.

Camino entre las piedras talladas y las acaricio con la mano.

Finalmente me decidí por visitar las antiguas que me dijeron habían surgido tras el cataclismo. Supuestamente tenían una antigüedad muy superior a cualquier civilización moderna pero no había podido comprobarlo por mi mismo, era un largo viaje y ya no tenia las alas que me permitían volar como me gustaba pero por fin ahora me sentía libre y dispuesto para tener libre albedrío.

Salí de Manhattan por la mañana, bien temprano para poder llegar allí hacia el mediodía. Atravesé barriadas, parques y altos edificios que aun quedaban en pie para por fin salir de la ciudad y dar con el lugar mágico.

Desde encima de una colina lo observe durante un rato mirando la arquitectura del lugar; me había dedicado a observar a la humanidad mucho tiempo en el cielo por lo que sabia reconocer la historia en cuanto la veía y no reconocía para nada este lugar ni su simbologia. Camine y me acerque un poco mas llegando a una especie de calle principal decorada con arcos de piedra maciza con grabados de runas antiguas en ellas; seguía sin reconocer la escritura.

Al fin llegue a una gran plaza, mas que una plaza parecía un coliseo ya que era circular y escalonada, me paro un momento en el centro y hago una mirada de 360 grados hasta pararme en una silueta situada en una de las calles principales, la observo durante un momento; un chico joven de rasgos orientales camina lentamente:

-¿Que haces aquí?-

Le grito desde mi posición por miedo a que sea alguna amenaza para mi.

Había entcontrado... números. Simbología que tal vez pasara desapercibida. Acaricio los cristales de cuarzo dentro de la roca y les saco una foto con el celular.

Sigo caminando y alguien me llama. Doy un respingo... creí que estaría solo.

Hago una reverencia... El respeto a los más grandes es algo que la Orden de Hermes me ha inculcado demasiado, más incluso que la escuela o mi madre.

- Buenos días...

Hablo raro... bueno el acento es algo normal.

- Sólo vine a conocer... No creí que hubiera alguien.

Le tiendo la mano, aunque no sé quién es. Pero nada me impide ser educado.

- Soy Yuki Yori...

Inspecciono bien al sujeto, miro en su vida, su pasado; sus recuerdos y su futuro; su destino para saber que no es alguien de quien deba preocuparme, tan solo un brujo o hechicero, todos me parecían bastante iguales, humanos con poderes divinos que no debieran de tener, no les tenia especial aprecio.

El joven hace una reverencia en frente mio, seguramente fuera japones originario ya que tenia una buena educación; aun así no le devolví la reverencia, me recordaba a mis tiempos de servidumbre en el cielo pero si le devolví el saludo con la mano:

-Yo soy Caleb, ¿exactamente..que has venido a ver, mago?-

Le pregunto con un tono algo despectivo, segui sin saber sus objetivos, no era algo que pudiera ver claramente cuando usaba mi poder.

Noto cómo me inspecciona... Me mantengo firme y tranquilo. Inspección es algo que todo mundo me hace.

Pero no puedo evitar preguntarme si puede leerme la mente o algo por el estilo. Y me preocupo... ¿y si se entera de lo de Iku y yo?

Parece que no le agrado... Me recuerda a los importantes de las casas...

- Cierto, soy un mago...

Y él es algo que nunca he visto antes...

- Me mudé aquí. Y en verdad sólo vine a ver estas ruinas. No había salido de Japón antes y me gusta conocer lugares para aprender cosas nuevas.

Me acerque un poco mas a él para no estar en una situación tan frívola, no parecía una mala persona pero también existen demonios infantes con aspecto mas inocente:

-Vienes de muy lejos para inspeccionar estas ruinas solamente, no creo que tengan tanta importancia, ¿o si?-

Me lleve una mano a la barbilla y lo mire un momento a él frunciendo el ceño para después volver mi cabeza hacia el paisaje a nuestro alrededor tratando de averiguar lo que buscaba de este sitio.

Me inspecciona de nuevo y resisto pero me siento como... Como cuando juzgan a los magos científicos o algo por el estilo.

Decido decir la verdad.

- Dicen que las ruinas están construidas tomando en cuenta la numerología y en ocasiones las proporciones áureas. Sólo quería ver eso y también percibir la energía del lugar.

Me encojo de hombros.

- Es curiosidad personal, nadie me envió ni pienso hacerles algo.

Lo miro.

- Me llamaste mago... ¿Puedo saber qué eres?